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Una sesión de mindfulness de 100 horas ofrece una inmersión profunda en la práctica, permitiendo a los participantes desarrollar habilidades para gestionar el estrés y la ansiedad. A través de la atención plena, se fomenta la autoconciencia y la conexión con el presente. Los beneficios incluyen una mayor claridad mental, mejor regulación emocional y una sensación de paz interior. Esta experiencia prolongada facilita la integración de técnicas en la vida diaria, promoviendo un bienestar duradero y una vida más equilibrada.